En tiempo de calor, los perros son más agresivos.
A la fecha, no se ha logrado determinar una época del año en particular en la que ocurran más ataques de los perros hacia la gente, por lo que es muy aventurado decir eso. Se sabe que cuando hay más horas de luz en el día, también hay una mayor cantidad de hembras en celo, que pueden provocar pleitos entre machos, pero esto no se debería al calor. Quizás los perros puedan estar más abrumados por una temperatura alta, pero no se vuelven agresivos. Solo que ellos sean los que reciban la exorbitante cuenta de luz en esta época…
Cuando un perro prueba sangre, ya después no se puede controlar.
Ni que fueran vampiros…
No es tanto eso, sino que quizás la gente lo asocia con algún ataque a un ser humano. En general, todos los perros inhiben la mordida, y cuando se les enseña a proteger, se les va dando confianza poco a poco, felicitando si muerden algo, hasta que llegan a morder un brazo protegido. Si un perro, de manera natural, sin enseñanza, alcanza a morder a una persona, ha perdido esa inhibición, y si no tiene educación y control del dueño, puede ser un peligro para cualquiera.
Esto es muy diferente de los perros adiestrados para protección, que obedecen las órdenes y se pueden calmar.
Se desquicia. Se vuelve agresivo sin control o miedoso a más no poder. Nada bueno puede salir de eso. Si se desea un guardián, para eso está el adiestramiento.
Ahora bien, todos sabemos que los bebés aprenden a un paso casi increíble, pero no por ello se les enseña trigonometría o fisiología mientras se les da su biberón. Todo a su tiempo. Así los perros: de cachorros aprenden cosas esenciales como no morder, hacer sus necesidades en el lugar que el dueño desea, no huir, etc.
Darle un golpe en el hocico con el periódico enrollado enseña a un perro lo que hizo mal.
No, enseña al perro a tenerle miedo (o coraje, según el carácter) al periódico. Lo que mejor funciona son los cambios de tono en la voz, así que muestre lo que hizo mal y regañe con la voz, y esto solo si ya enseño lo que es correcto. De otro modo, ¿cómo va a saber su mascota lo que está bien y lo que no?
Hasta libros hay que muestran lo contrario. Claro está, no se emplean las mismas técnicas que en los perros, pero sí se puede.
Antes, ahora ya no. Ahora se les enseña a buscar una pelota que huele a determinada droga, y son perros obsesivos al juego, pero no son adictos a la droga.
SI UN PERRO NO APRENDE ALGO ANTES DE LOS 7 SEMANAS DE EDAD, DIFÍCILMENTE LO APRENDERÁ DE ADULTO.
O sea, que cuando una persona obtiene un cachorro de 2 meses, ya recibe un perro con todos los conocimientos, y lo único que tiene que hacer es disfrutarlo o batallarlo, según sea el caso, y no tiene por qué enseñarle nada, pues ya no lo va a aprender.
Ya en serio, el perro, al igual que el ser humano, tiene más facilidad de aprender cuando está joven, pues su cerebro es como una hoja en blanco, que apunta cuanto ocurre. Pero esta maravillosa característica no impide seguir aprendiendo. El adulto, ya sea perro o humano, sigue aprendiendo cada día algo nuevo. Claro está, el proceso cambia su ritmo, pero no se puede generalizar sobre la capacidad del conocimiento. Albert Einstein era considerado, a los 16 años, como muy distraído y de inteligencia promedio. Creció, y su capacidad de conocimiento también hasta convertirse en sinónimo de inteligencia. Cada individuo (de cualquier especie) es diferente y si bien la generalidad es la mencionada, también se puede decir que otra generalidad es que a cualquier edad se aprende.
Ya después vendrá la escuela formal.