Esta es la segunda fase del proceso del quieto, primero debiste haber pasado por el “quieto, el comienzo”, en el anterior artículo.
Imagínate que vas caminando con tu perro del lado izquierdo y va muy bien. De repente, ves a un amigo tuyo que sabes que le tiene miedo a los perros y quieres saludarlo, entonces antes de que corra y se aleje de ti, le das la orden a tu perro de quedarse en un lugar, ni siquiera te detienes: solo le das la orden y sales corriendo a alcanzar a tu amigo. Para esto, debes estar seguro de que va a permanecer en donde lo dejaste aunque pasen personas o algún otro distractor, y es para lo que sirve el quieto sobre la marcha. Se me ocurren muchas otras situaciones en las cuales esto es de gran utilidad, y tú las irás descubriendo conforme practiques a tu mascota para que no sea de esos que solo hacen caso en situaciones controladas o para presumir.
Imagínate que vas caminando con tu perro del lado izquierdo y va muy bien. De repente, ves a un amigo tuyo que sabes que le tiene miedo a los perros y quieres saludarlo, entonces antes de que corra y se aleje de ti, le das la orden a tu perro de quedarse en un lugar, ni siquiera te detienes: solo le das la orden y sales corriendo a alcanzar a tu amigo. Para esto, debes estar seguro de que va a permanecer en donde lo dejaste aunque pasen personas o algún otro distractor, y es para lo que sirve el quieto sobre la marcha. Se me ocurren muchas otras situaciones en las cuales esto es de gran utilidad, y tú las irás descubriendo conforme practiques a tu mascota para que no sea de esos que solo hacen caso en situaciones controladas o para presumir.
Bueno, partimos de que tu perro ya se queda quieto a lo largo de la correa, que ya puedes pasar por detrás de él y no se mueve.
Lo primero que debes recordar es que tu perro siempre va del lado izquierdo (si no sabes por qué, te invito a que leas el artículo “de qué lado debe ir mi perro” aquí en el blog), y lo llevas con la correa en la mano derecha, ¿no es así?. Entonces te pasas la correa a la mano izquierda, disminuyes un poco la velocidad (esto es solo al principio, cuando le estás enseñando, ya después puedes seguir a la misma velocidad e inclusive correr y dejarlo inmóvil) y con la mano izquierda das un ligero jaloncito hacia atrás de tu perro como deteniéndolo con la correa; mantén la correa en la mano izquierda; solo vas a caminar hasta donde llegue la correa (es mejor usar una correa de 1.80m); cuida de no jalar la correa hacia ti porque provocarás que se mueva; mientras tanto con la mano derecha das la señal del quieto, al mismo tiempo que le dices la misma orden que utilizaste antes para que se quede sentado quieto; eso hará que tu alumno se quede en el lugar donde le señalaste. Recuerda que el perro escogerá en qué posición se va a quedar, solo se trata de que no mueva las patas. Generalmente, permanecen quietos parados sobre sus cuatro patas. Si está sin moverse, tú continúas caminando y lo felicitas solo con la voz, es decir solo le vas a decir “muy bien”; recuerda que en los ejercicios de quieto no se tocan ni se les dice su nombre.
Si en este ejercicio se mueve o se va, debes corregir regresándolo al lugar donde lo dejaste con un “No" inmediato, y volver a dejarlo quieto, esta vez sin caminar con él.
Una vez que se quede quieto en varias ocasiones y lo haga bien, cuando le des el jaloncito para atrás junto con la orden puedes soltar la correa y alejarte un poco más, digamos lo doble de espacio que antes y regresar rodeándolo y colocándote junto a él como empezaste, cerciorándote de que no se mueva; si se mueve das el “no” y un jaloncito con la correa; no toques a tu perro, y ya cuando estés junto a él lo puedes felicitar acariciándolo y diciéndole “muy bien”. Le puedes dar la orden de que camine junto a ti y seguir con él caminando un tramo para repetir el ejercicio y volverlo a dejar quieto sobre la marcha. Recoge la correa una vez que él esté caminando a tu lado, no lo hagas al regresar a él, a menos que se mueva, y la tomarás solo para corregir.
Si por otro lado si se mueve y se va hacia otro lado donde no estés tu, no lo llames para que acuda a ti pues si responde y tú lo recibes con un regaño, no se volverá a acercar a ti. Ve tras la correa y no lo toques.
Una vez que ya se quede inmóvil y te puedas alejar de él, empieza con algo más avanzado como decirle en qué posición quieres que se detenga. Por ejemplo, si ya se queda quieto en el momento en el que le das la orden y permanece sobre sus cuatro patas, entonces a la siguiente no vas a decirle quieto sino la posición en la que quieres que se quede, esto es, que si deseas que se quede echado y su orden es "acuéstate", cuando vas caminando junto a él, te pasas la correa a la mano izquierda y le das la señal de quieto y la orden de acostado, por ejemplo “Midori, acuéstate” y él se debe detener en la posición de echado. No es recomendable que hagas este ejercicio si tu perro todavía no se mueve inmediatamente después de decirle que lo haga, pues después no se va a quedar quieto en ninguna posición. Ve poco a poco y así será un quieto más sólido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario