martes, 24 de enero de 2012

Quieto fuera de la vista


Este es el tercero de una serie de artículos sobre el quieto.
El quieto fuera de la vista quiere decir que vas a enseñar a tu perro que se quede en donde tú lo dejes y te puedes ir a otro lugar y él no debe moverse aunque no te pueda ver. Podrás dejarlo afuera de una tienda y se quedará quieto aunque pase gente o alguna otra mascota.
Para empezar este ejercicio primero debemos haber dominado “El Quieto, El Principio”, y Quieto Sobre La Marcha”.
Empezamos por dar el quieto de la manera habitual, de preferencia con correa (la vas a tirar al suelo) y trata de hacer el ejercicio en un lugar donde puedas ver por un reflejo a tu perro (esto quiere decir que lo puedes dejar por ejemplo en una esquina donde haya una ventana y lo puedas observar o en un lugar donde sí lo puedas ver pero él no te pueda ver)
En el  momento que veas que intenta pararse, vas a dar el “NO” como  correctivo, debe ser un NO fuerte y firme, que denote autoridad, no lo grites, solo dilo de forma firme. Si tu perro se regresa y ya no se mueve puedes felicitarlo con la voz también -todo esto es sin que te vea-. Si por el contrario, se mueve hasta que te encuentra, lo regresas corrigiéndolo pero vas a agarrar la correa del extremo opuesto al que está tu perro, esto es para que no lo toques; lo regresas donde estaba y le vuelves a dar la orden de quieto.
Lo puedes repetir y dejarlo fuera de la vista primero poco tiempo y gradualmente irle aumentando el tiempo que lo dejas fuera de la vista. Si te da desconfianza o estás en la calle y se puede atravesar es mejor ponerlo en un lugar en donde te asegures por medio de la correa de que no se va a ir, esto es atorando la correa en algún lugar cerca del piso y de preferencia que no lo note tu perro, para que en el momento de que se levante, solito se dé el jalón y tú puedas darle el NO desde lejos como correctivo.
Cuando regreses a tu mascota, lo rodeas por su flanco izquierdo y no se debe mover, solamente cuando estés de su lado derecho lo puedes felicitar mucho y acariciar dándole al mismo tiempo la orden de caminar junto o la orden de jugar. Sé muy efusivo para que sienta la recompensa de quedarse en el lugar sin tu presencia.
Si lo dejas echado y tu perro se levanta o se sienta, das el correctivo inmediatamente y con la correa puedes regresar a echarlo; no dejes que cambie de posición, y siempre regrésalo al mismo lugar donde lo dejaste inicialmente.
Con este ejercicio puedes dejarlo en echado si te vas a tardar o en sentado si es poco tiempo. De preferencia, no lo dejes parado sobre sus cuatro patas, pues será muy fácil que se mueva y te será difícil corregirlo.

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