Como perros y gatos

COMO PERROS Y GATOS.

Todos hemos oído de la frase “Pelean como perros y gatos”, y algunos suponen que los perros y los gatos siempre se odian, como si el antagonismo naciera junto con ellos.

No es un problema de especies.

Es una situación que se forja, producto de las malas experiencias.

Pero si un perro o un gato no tienen más que buenas experiencias, no hay razón para que no se lleven bien.

¿Cómo lograr la armonía?

Primero que nada, hay que considerar las edades. Es más fácil lograr que se lleven bien cuando tanto el gato como el perro son muy jóvenes. Mientras más jóvenes, mejor. Si el dueño no interfiere protegiendo a uno de los dos, tienden a llevarse bastante bien, aunque a veces uno de los dos sea abusivo del otro.

Si el gato es el joven y el perro es adulto, pero no tiene problemas de agresividad o conducta predatoria, las posibilidades de que todo salga bien son muy buenas. El minino se acercará y tras varios intentos, es muy probable que el perro lo acepte y empiece a jugar con él.

Cuando el gato es adulto y el perro joven, y el gato nunca ha tenido que convivir con un perro, lo mejor es no forzar la convivencia. El gato tiende a esconderse ante la llegada del “intruso”, pero si los dueños no intervienen y obligan al gato a aceptar al cachorro, con un poco de tiempo y paciencia, el gato aceptará la existencia del perro. Esto no quiere decir que vayan a jugar. Lo tolerará y nada más.

Si ambos son adultos, pero ninguno tiene problemas de agresividad o instintos predatorios o son muy posesivos, podrán llegar al punto en que se ignoren mutuamente. En casos raros, sobretodo cuando el dueño está ausente casi todo el día, se podrán hacer compañía y se les verá juntos en todos lados, aunque no exactamente jugando.

Cuando uno de los dos es un adulto agresivo, habrá problemas. El gato agresivo puede incluso abandonar el hogar si tiene la oportunidad. El perro agresivo puede buscar la oportunidad de atacar.

Pero, contrario a la creencia popular, es más común la buena convivencia entre las dos especies.

Y para muestra, basta el botón de Whisky y Tommy Salazar, donde Whisky es el gato joven y Tommy es el perro adulto.