En este video se muestra a Frida, una hembra de Pastor Ganadero Australiano de casi seis años de edad esperando echada a la hija de año y medio de su dueña. Al quitar el obstáculo que limita a Frida, ésta no se abalanza a pasar. Por el contrario, se acerca lentamente y no la empuja. Se acerca con la cabeza agachada, lentamente pero sin desconfianza y siempre mantiene la cabeza por debajo de la cabeza de la niña. Cuando la niña la quiere tocar, se acuesta y se pone patas arriba, en la mayor muestra de sumisión que un perro puede mostrar. Incluso cuando la niña se agacha, Frida se acerca de abajo hacia arriba y no hace contacto con la niña, sino que espera a que ella inicie el contacto.
Frida respeta en todo momento el espacio de la niña, no la empuja, no la presiona y tampoco la abraza o lengüetea en lo que la gente cree que es una muestra de cariño, cuando no lo es.

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