¿Cuántas veces le ha ocurrido que su mascota, sea perro o
gato, se comporta muy bien en familia, pero cuando llega alguna visita, se
vuelve incontrolable o agresivo o solo una molestia continua?
El ejemplo más típico es cuando llegan niños a una casa y el
perro, aunque está acostumbrado a convivir con niños, se vuelve muy inquieto,
anda a la par de todos los niños e incluso los sobrepasa hasta el cansancio.
Hay ocasiones en que el cambio de comportamiento se vuelve
una verdadera molestia e impide una convivencia armoniosa, ya sea por la
agresividad o sin ser agresivo, por la intensidad del mal comportamiento.
¿Qué hacer?
En EUA, lo anterior es un típico ejemplo de cuándo usar el
“tiempo fuera”, que es cuando se mete a la mascota a su jaula. Se le dice
“tiempo fuera” o “basta” o lo que sea y se mete ahí hasta que se haya ido la
visita. Si la mascota se comporta agresiva o si se muestra muy reacia a
permanecer tranquila en su jaula, entonces el tiempo fuera incluye ponerle
lejos de la vista de todos, de modo que esté aislada y sin estímulos externos
de movimiento enfrente de la jaula.
Al hacer esto de manera repetida y constante, es decir,
siempre lo mete a la jaula cuando alguien vaya a la casa, su mascota aprenderá que
“tiempo fuera” entra en vigor en cuanto alguien se presenta y se irá a meter a
su jaula dócilmente.
Si su mascota obedece alguna orden (que conste que también los
gatos pueden ser adiestrados) entonces use las órdenes y trabaje enfrente
de las personas distractoras. Por supuesto que le va a costar trabajo y no va a
obedecer a la primera, pero persista y en unas cuantas sesiones, lo logrará. Su
mascota empezará a asociar la presencia de aquellas personas con hora de
trabajar.
Si su mascota no tiene educación alguna (que ya no tiene
excusas con el sistema de adiestramiento en grupo, donde usted lo adiestra y nosotros le decimos
cómo) o de plano no obedece a pesar de tener algo de adiestramiento, entonces
haga lo siguiente: Cánsela. Si sabe que le van a visitar niños o personas que
aceleran a su mascota, sáquela a pasear con energía, a que se canse, no a que
visite los jardines vecinos, sino a una caminata o corrida vigorosa y agote a
su mascota. Nada como tenerla completamente agotada para que no le quede
energía para molestar a los demás.
En el caso de los gatos, le puede embarrar mucha crema de
cacahuate en los bigotes y en general en toda la cara, para que se entretenga
limpiándose mientras están las visitas.
¿No puede sacar a pasear a su mascota y no tiene obediencia
que pueda usar cuando llegan las visitas? Entonces dele a las visitas
herramientas para que jueguen con su mascota. Hay infinidad de juguetes,
pelotas, luces para que las sigan y un sinfín de artículos de modo que
transforme la manera en que las visitas y su mascota interactúan.
Pero, ¿y si a la persona que viene no le gusta la mascota o
le tiene miedo? Entonces use el método americano del tiempo fuera y evite
forzar la interacción entre ambas partes. A la fuerza, ni los zapatos entran.



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