Lo primero que debes hacer es pasear a tu mascota. Sí, algo tan simple como pasear a tu mascota es elemental para empezar.
Llévalo con correa larga y si no tienes un collar de adiestramiento, usa el collar fijo, pero NO un arnés o pechera, porque ésta está diseñada para que jalen sin problemas y lo que no queremos es que jalen, sea grande o pequeño, jalar es incómodo al pasearlo.
Una correa es larga cuando tiene cuando menos un metro y medio de longitud. Si deseas empezar con una correa corta, te vas a pelear con tu mascota. Las correas cortas son para aquellos que ya están adiestrados o cuando menos, que saben caminar sin jalar.
Saca a pasear a tu mascota por varios rumbos, no el mismo siempre. Y observa.
Fíjate qué es lo que hace cuando pasa un carro, cuando una persona se acerca, cuando escucha a otro perro, cuando ve una botella de plástico, etc., obsérvala.
Ahora, antes de que termine tu paseo, háblale y fíjate qué le llama la atención. Pero no te limites a decir su nombre. Háblale como si le hablaras a cualquier persona que te acompaña en un paseo. Es más, trata de ganarte su atención con la plática.
Para cuando regresen del paseo, ya tendrás una mejor idea de quién es tu mascota, cómo se comporta, qué le llama la atención e incluso, si ya se sabe su nombre.
Si alguna vez has visto a la gente de la calle que tiene a su perro a su lado, a veces hasta dos o tres perros, sueltos y no se van corriendo lejos de la persona. Si les hablas, te ignoran y si alguno te llega a hacer caso, en cuanto le hable el señor o se aleje, sale corriendo a su lado. ¿Cómo lo logran? Hablándoles. Muchas veces, estas mascota son sus únicas compañías y les hablan constantemente, de modo que les dicen lo que quieren, lo que van a hacer y les van enseñando lo que esperan de ellos, todo a través de la palabra hablada. Están comunicándose con ellos realmente.
Bueno, esa fue tu primer salida desde que leíste este blog. Ahora va la segunda salida.
Ve a un lugar agradable, un lugar que tenga espacio para moverse, no la banqueta. Puede ser un parque, un lote baldío, una cancha de fútbol o de básquetbol, o hasta un estacionamiento de una tienda. No importa si hay perros o no, si hay gente o no.
Durante los siguientes 3 a 5 minutos, tu mundo entero es tu perro. No existe nada ni nadie que te distraiga. Toda tu atención va a estar absolutamente centrada en tu mascota.
Mete bien la mano derecha en el asa de la correa y, teniendo a tu mascota junto a ti, recoge lo que te sobre sin enredártela en la mano. La izquierda no toca la correa. Debe ir libre para dar la señal universal de que camine junto a ti, que es darte una palmada en tu muslo izquierdo.
Toma la correa lo suficientemente corta como para que mantengas a tu mascota tan cerca de ti que la puedas acariciar.
Estás parado y con tu mascota a tu lado. Dices en voz normal su nombre y la orden de caminado junto, que puede ser en el idioma que quieras. Mentira que en inglés porque las palabras son más cortas y las entienden mejor. Puede ser en español, inglés, alemán, francés, japonés, catalán, chino, etc. Da lo mismo siempre y cuando uses las mismas palabras todo el tiempo.
Y no necesitas gritar. Tu perro te oye mejor que tú a él. Si necesitas gritar para que te haga caso, algo estás haciendo terriblemente mal. Habla normal, como si le hablaras a cualquier persona que está junto a ti.
Continuamos en la siguiente entrada...
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